Fue en California donde el deporte despegaría a partir de finales de la década de 1950.
En 1963, Makaha Skateboards (Santa Mónica) lanzó el Commander de 33", el primer longboard de producción que dio ideas a un montón de otras empresas. Muy ligero (2,2 kg), el Commander tiene pequeños ejes "Chicago", "Chicago" Clay ruedas y deck de madera, 100% Made in USA En 1970, fue nuevamente Larry Stevenson de Makaha Skateboards quien inventó los primeros patines "reales" con kicktail y nose.
En 1972, el deporte dio un giro definitivo con la llegada de las ruedas de poliuretano, popularizadas por el surfista Frank Nasworthy, fundador de Cadillac Wheels Company. Los skaters y longboarders finalmente pueden revelar su potencial con equipos adaptados al deslizamiento. Race y Slalom se están convirtiendo en grandes disciplinas y están apareciendo los primeros equipos reales.
En 1978, la revista SkateBoarder publicó un artículo titulado "Cult of Longboard" presentando a los máximos representantes de la época.
Mientras que el skate conocerá en los años 80 la repercusión mediática e incluso el paso a la cultura de masas, el longboard seguirá siendo más confidencial durante muchos años. Cabe señalar, sin embargo, que Madrid Skateboards ofrecerá algunos modelos durante esta década y que los eventos de Downhill se encontrarán en ciertos artículos de Thrasher.
Su reaparición corresponderá al evento del snowboard en los años 90, donde el longboard se convertirá en la contraparte del skateboarding como la disciplina cool y el medio de transporte sobre ruedas más eficiente. Para los surfistas y snowboarders, también es una forma de seguir divirtiéndose, incluso sin nieve ni olas.
En los años 90 también apareció el primer camión RKP, que invertía el eje de la percha, permitiendo tallar de una forma mucho más óptima. Esta será la última revolución que necesitaba el longboard para explotar realmente y abrirá la puerta a las muchas innovaciones que le seguirán, ya la aparición de todos los subgéneros de la disciplina.